Propietarios de Gimnasios al borde del abismo y un Gobierno indiferente.

Una cuarentena interminable y los Gimnasios rumbo a la quiebra con un gobierno Indiferente.

Los protocolos establecidos por el gobierno nacional para evitar el contagio del Covid - 19, parecen no tener lógica pero si privilegios.
Tras una larga cuarentena muchos negocios han podido retomar sus actividades adoptando una serie de medidas higiénicas y una distancia social de hasta 2m entre clientes y empleados.

Hay otros rubros que con el lema de “Quédate en casa” la cuarentena les ha venido como anillo al dedo pudiendo aumentar los precios de productos tan comunes como el alcohol, huevo, pan, cigarrillos etc.
Uno de los rubros más afectados que aun no se les permite abrir son los Gimnasios, muchos de sus propietarios ya han tenido que tirar la toalla como quien dice después de intentar mantenerse a flote con los pagos de alquiler, impuestos y servicios que continúan llegando sin perdonar a nadie.

Pero a mas de 70 días de cuarentena, las autoridades no parecen sensibilizare con esta situación, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner a pesar de los reclamos de los propietarios, no autoriza la apertura de esta actividad mostrando una total indiferencia, no siendo de igual manera para con otras actividades. 

En Santa Cruz grandes empresas de mayor riesgo que reúnen mucho mas personal  teniendo que trasladarlos desde otras provincias  ya están en función e incluso algunas nunca cerraron, como la pesca, la minería y otros, ¿porque esto?

¿Cuál es la lógica de permitir algunos rubros y los Gimnasios no?
Haciendo una comparación simple y sin meternos con los "peces gordos" podemos ver la falta de criterio y de sentido común de las autoridades implicadas en el tema.

Permitir a los supermercados continuar sus funciones parece una decisión bastante acertada, pues los alimentos deben continuar llegando a nuestra mesa, pero... 

¿Qué diferencia tiene con un Gimnasio? 

Lo cierto es que en un supermercado el contagio del covid 19 parece ser más probable ya que es imposible controlar cada producto que los clientes manipulan, como así también los pasillos y góndolas por donde transitan cientos de personas en el transcurso del día sin saber quien es quien.
Muy diferente es un Gimnasio donde acuden personas con horarios controlados, por otra parte los clientes siempre son los mismos, es decir el control y contención sobre un posible caso puede ser inmediato a diferencia de un supermercado que seria buscar una aguja en un pajar. 

También podemos ver el caso de los restaurantes que hoy abren con el famoso protocolo.
¿Cuantas vías de contagio se desarrollan en esta actividad?

Desde la llegada del personal, la recepción de mercaderías para la elaboración de platos, la manipulación de los alimentos por parte del personal de cocina y el mozo que recorre todo el salón  hasta la mesa donde aguarda el cliente, son algunas de las tantas etapas a tener en cuenta.

En un Gimnasio todo es más sencillo pues no se elaboran alimentos e incluso, el contacto directo con los clientes y entre clientes puede ser reducido a cero.

En la otra cara de la moneda tenemos el factor salud, varios de los alumnos y alumnas de un Gimnasio en la localidad de Puerto Deseado en Santa Cruz, declararon la recaída en afecciones que habían superado con la actividad física y la ayuda de los profesores, la depresión, el hastío y el aumento de peso pueden ser un cóctel muy peligroso para la salud tanto física como mental.

También muchos de los jóvenes que asisten a estas actividades son chicos de recursos limitados que presentaban conflictos emocional y sociales los cuales fueron superando al encontrar un espacio donde son contenidos y orientados, pero ahora se debaten entre la angustia, el encierro y los conflictos del estrés en la convivencia obligatoria, otra formula altamente inflamable.

Es hora de que las autoridades vuelvan su vista a estos temas que ya están entre nosotros, pues protegiendo de una pandemia, puede terminar creando otra.

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Autor: La opinión sur